martes, 31 de agosto de 2010

Dejen volar su imaginación.


Cierro los ojos, y empiezo a imaginar que estoy en un lugar, donde todo es pequeño, cualquier problema es insignificante en ese momento, sin duda por la noche tiene que ser algo inexplicable, en lo alto las estrellas y abajo un mundo donde cada personas es diferente, donde cada historia es importante, e incluso donde mucho busca una oportunidad siendo solo 381 metros que nos separan, sentirte en esa altitud y ser el dueño de todo en una ciudad donde en la noche no duerme, está más viva aún, con todas esas luces, su vitalidad en la noche, llenos de secretos y peligros a la vez, en un estado de éxtasis, donde abarca la aventura y lo inimaginable.

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