miércoles, 8 de septiembre de 2010

Así comenzó todo.

Aún sigo en busca de alguien especial, que me entienda y que sea totalmente diferente de mi, he aprendido, que buscarse una media naranja es un rotundo fracaso, no es bueno que dos polos totalmente iguales estén juntos porque se repelan, así que me di cuenta que para responder a cualquier pregunta que tuviera, es dar este paso, intentaba esconder algo que me había ocurrido y lo único que hacia era hacerme daño.
Todo comenzó, era mágico, no creía que me estuviese pasando, era tan PERFECTO, no quería perderla, quería tenerla a mi lado en todo momento, sin importarme nada ni nadie, solo era ella, y nada más que ella, pero no me estaba dando cuenta de que ese amor se estaba apagando, ya no era lo mismo, la magia se iba poco a poco consumiendo, la perfección se convertía en imposible, intentando no perderla, tenerla en cada instante conmigo, sin importarme el dolor que me podía causar, el simple hecho de que ella se fuera para siempre, se me hacia una pesadilla en cual no iba a despertar jamás.

Ahora después de varios tiempos, sigo hacia adelante, aún tengo la esperanza de encontrar a mi otra mitad, como explica Platón en unas de sus obras, “las personas eran redondeados y contaban con cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros y una sola cabeza. Tales cuerpos resultaban muy vigorosos y concibieron la idea de combatir a los dioses. Zeus, entonces, planeó un medio para debilitar a los seres humanos: dividirlos en dos. Desde entonces los humanos tuvieron que caminar sólo con dos piernas. Hecha esta división, cada mitad hace esfuerzos para encontrar a su otra mitad”. Por eso aún continúo, sin darme por vencido, no me estoy reprimiendo de las decisiones que he tomado, no tengo ninguna duda de lo que he hecho ha estado bien, y demuestro que ya todo esto no me podrá afectar más, si pasó es por algo, y sinceramente me alegro.

2 comentarios:

  1. El mito del androgino azul.
    Los andróginos eran humanos de ambos sexos que estaban unidos, constituyendo un único ser, de cuerpo redondo, cuatro manos, cuatro pies y dos rostros, y además cuatro orejas, dos órganos sexuales, y todo lo demás que uno puede imaginarse a tenor de lo dicho.
    Según cuenta el mito, los andróginos, que eran extraordinarios en fuerza y en vigor y tenían un inmenso orgullo, conspiraron contra los dioses y se revelaron contra ellos. Entonces Zeus y los demas dioses deliberaron y no sabían qué hacer con ellos, porque ni podían permitirles seguir siendo insolentes ni podían matarlos, pues entonces se les habrían esfumado también los honores y sacrificios que recibían de parte de los hombres. Por lo que Zeus los cortó a todos en dos mitades, de forma que serían más débiles y a la vez habría mayor número de humanos.
    Una vez fue seccionad en dos la forma original, cada uno, añorando su propia mitad, se juntaba con ella, rodeándose con las manos y entrelazándose unos con otros deseosos de unirse en una sola naturaleza, morían de hambre y de absoluta inacción por no querer hacer nada separados unos de otros. Compadeciéndose entonces Zeus, trasladó sus órganos genitales hacia la parte delantera, pues hasta entonces los genitales estaban por fuera y los humanos engendraban no los unos en los otros sino en la tierra, como cigarras. De esta forma, se consiguió que los humanos engendraran sintiendo satisfacción en su contacto, descansaran, volvieran a sus trabajos y se preocuparanpor las demás cosas de la vida.
    Existió un andrógino que, a diferencia de muchos otros cuyas mitades eran iguales, sus dos mitades se compenetraban con sus pensamientos, de modo que uno desarrollaba más unos que el otro también compartía, para que el otro hiciera lo mismo con otras cosas. Una mitad, la masculina, era azul oscuro, y la otra azul claro. Había veces que ambos se ponían del mismo tono de azul, y se encontraban en máxima comunión el uno con el otro.
    Cuando Zeus los separó, se negaron a seguir dándoles ofrendas a los dioses y a sacrificarse por ellos, incluso a creer en su existencia. Para ello cabó cada uno un agujero muy profundo en la tierra donde se enterraron y permanecieron allí millones de años. La mitad azul oscuro, impaciente, tardó unos años menos en salir que su compañera azul claro. Cuando ambos estuvieron fuera, no se recordaban, pero sentían atracción el uno por el otro por ser los dos azules.

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  2. Aunque yo no creo que exista una mitad perfecta, y si existiese seria casi improbable encontrarla entre tanto alboroto de mundo que tenemos...
    Por eso no hay que buscar la perfeccion, solo dejarse guiar por nuestros instintos y nuestros sentimientos, si lo hacemos conseguiremos estar en armonia con nosotros mismo y con quien decidamos.

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